28 de juny del 2012

A MIS 16 AÑOS

Marina Gadella
2A ESO
Primer premi de narrativa en castellà del concurs literari de Sant Jordi 2012


Estaba caminando por un bonito jardín de hierba verde. Los rayos de sol me daban en la cara, estaba muy relajada y a gusto en aquel lugar. Las flores rojas destacaban con aquel cielo azul celeste. De pronto empezó a llover. El cielo se volvió negro y las flores se marchitaron. Empecé a correr sin rumbo. Recuerdo que salió de la oscuridad una silueta de una persona. No pude ver muy bien cómo era, pero algo extraño me hizo sospechar. Me recorrió un escalofrío por el cuerpo y me puse muy nerviosa.

Desperté. Tenía el corazón muy acelerado y estaba sudando. Miré el reloj y eran las 7:00 am, me levanté sobresaltada (no muy recuperada del sueño) y tomé una ducha. Me vestí, y rápidamente desayuné. Ya se me hacía tarde, eran las 7:55 am y entraba a las 8:00 am. Llegué justo a tiempo, justo antes de que sonará el timbre, saludé a mis amigas y me fui a clase de historia. No sabía el porqué, pero presentía que algo diferente iba a pasar.

No le di mucha importancia, así que seguí atenta y concentrada. Eran las 13:30 pm cuando salíamos del instituto. Llegué a casa y no había nadie; me extrañó mucho, así que llamé a mi hermana. No me cogía el teléfono; me puse un poco nerviosa, pero, justo después de colgar, oí cómo se abrió la puerta. Era mi madre. No sé por qué; no me encontraba bien, estaba triste, solo quería llorar. Necesitaba hablar con alguien pero no podía contárselo a nadie. Sinceramente, porque no sabía qué me pasaba.

Por la tarde no tenía colegio, así que comí y me fui a dar una vuelta sola, para pasear y desconectar un poco de la misma rutina. Iba por la playa, estaba sola, me encontraba muy mareada. Me sentía vacía, el chico que me gustaba ni me miraba. Mis padres lo único que hacían era reñirme por cualquier tontería. Me senté en un banco para descansar un poco y seguí caminando por el asfalto. No recuerdo mucho más, tan sólo recuerdo que me caí. Me desmayé. Por lo que se ve, fue muy grave, tan grave que rozaba a la muerte. Fui al hospital y me dejaron en la UCI.

Mi madre tenía esperanzas, muchas, de que yo consiguese salir adelante, pero no fue posible.

- Hola, soy Silvia Martín. Morí cuando tenía dieciséis años por una parada cardiaca.

Aún recuerdo cuando todo en la vida parecía más fácil, estaba feliz (con mis altibajos, pero feliz) con mi familia, mi hermana , que nunca me olvidaré de ella. Lo tenía todo, o al menos eso creo... Ahora me tengo que conformar con verles desde el cielo, ellos están bien. Mi padre sigue con su sonrisa, aunque no tiene el mismo brillo en los ojos, y mi madre..., bueno mi madre, no sé muy bien cómo está. Confundo muchísimo sus sentimientos. Pero yo sé que, a pesar de que está muy triste, saca todas sus fuerzas para seguir como antes.

No está nada mal vivir en el cielo, ves a todas las personas que quieres y si te acercas mucho a ellas puedes notar sus sentimientos. Aunque ya no sea la de siempre, sé que muchas personas me recordarán para lo bueno y para lo malo. Espero haber marcado en la vida de las personas a las que quería y apreciaba.

Esto del cielo no está tan mal.

Fin.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada